Alas y rocas…
Por cuanto ser feliz no más bastase,
Hercúleas e insensatas empresas
En la misma estupidez ya conocida,
Invado los rincones más longincuos
De un alma ha tanto maltratada,
Buscando solamente una respuesta
Que nunca más tenía y de eso sé.
Océanos, ballenas, arpones,
Peces gigantescos, pesadillos
Y lo mismo boceo de la niñez
Entre libros y escaleras sin final
Hasta el sótano inalcanzable
De las imaginaciones,
Entre los castillos, esquinas y tabernas,
Tesoros en islas lejanas.
Corsarios, bucaneros, cañones…
Y veo, contristado, que nada se ha
cambiado,
Los fantasmas son diversos,
El pavor aun persiste.
Solamente ahora, es palpable.
Y, irónico, detiene con sus corrientes
Las alas de quien fuera Ícaro, y se
transforma
En Prometeo…
MARCOS LOURES
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